25 septiembre 2008

Víctima de sus propios errores, el Pontevedra acaba perdiendo en Balaídos (1-0)

VIGO (Luis ARTIME / MORRAZO-tribuna).- En Balaídos, apenas 600 aficionados. Se las prometía felices la Directora de Márketing del Celta, con sus pretendidos 18 euros per cápita (precio de la entrada senior) pero no se dio cuenta de que había dos partidos gratis por televisión y, encima, el Teucro jugando en Pontevedra a la misma hora. Resultado : un fracaso de taquilla y otro éxito para esta buena señora que manda en casi todo en el Celta.
Celta B y Pontevedra jugaron un partido que inicialmente lo fue de poder a poder, con el Pontevedra que no era muy feliz en el dominio que pretendía. Tanto que hasta el minuto 15 no lograría llevar con claridad el peligro a la meta de Yoel. Pero poco a poco el Pontevedra se iba a animar en su ofensiva y hacia el 25, Xavi Moré dispuso de una buena ocasión en la que podía haber abierto el marcador.
Tampoco el Celta B lo tenía claro, a ambos equipos les costaba llegar arriba. Caserillo el arbitraje, tolerando ya inicialmente alguna brusquedad que debió cortarse de raíz. Llegaría a la media hora larga la mala noticia para el Pontevedra : el brasileño Yuri acababa “rompiendo” y la sustitución obligada (por Gato) trastocaba los planes de Rafa Sáez que hubo de modificar la disposición de los granates.
Era el minuto 35 cuando Chupe tiró sobre la meta bien defendida por Sáizar, pese a la lesión que este arrastraba ya a esa altura de partido. Era el primer tiro entre los 3 palos a cargo del Celta, pero también la segunda lesión de los granates, que tiemblan solo al pensar que su seguro guardameta puede ser sustituido por el novel Saavedra. Muy mala suerte del Pontevedra, sobre todo cuando la lesión de Saizar es por una dura entrada de un jugador del Celta B, que impactó en la rodilla del portero vasco sin que el colegiado señalase siquiera falta al atacante céltico.
Hasta el minuto 49 duró la primera parte, con la misma tónica del árbitro consintiendo brusquedades de los locales y el Pontevedra tratando de recomponer actitud y planteamiento, con las dos bajas tan importantes que había sufrido.
Para Asier Ormazábal, la primera parte había sido “fea, desabrida e incómoda, pero debemos sobreponernos a lo habido y no mirar hacia las lesiones que ya no podemos remediar”. Con 0-0 unos y otros de fueron al descanso.
No había sido un buen partido en la primera mitad, ni siquiera el Celta B que había dominado por momentos, llegó a crear peligro serio ante la meta granate.
El descanso serviría a Rafa Sáez para hablar claro a los suyos, que salieron mucho más enchufados en el partido. En solo 8 minutos llegaron mucho más a la meta de Yoel que en toda la primera parte. Parecía otro el Pontevedra. Quien no parecía otro era Iglesias Villanueva, el árbitro, que siguió en su línea de casero.
Anotamos una gran jugada de ataque del Pontevedra, con Danilson para Xavi Moré y el remate de Jonay al que responde con una gran parada Yoel. Una jugada que recordaba al Pontevedra del sábado pasado ante la Ponferradina.
Intentó el Celta B espabilar pero el Pontevedra aguantaba, aunque el descaro de la actuación arbitral era algo evidente. Cada vez más casero, lo que desesperó por momentos a la defensa del Pontevedra y a su capitán Vázquez que trató en vano de hacer llegar las pertinentes observaciones al colegiado.
Sin embargo ante tan clara evidencia, el árbitro hubo de dejar a un lado su visión tan particular del partido, cuando Ferrán, descaradamente, hizo una entrada (24´)con agresión ostensible (patada) al jugador granate Gato.
El Pontevedra trató timidamente de aprovechar esta superioridad numérica. Pero no pasó de un intento tardío, porque inicialmente, pese a estar con un hombre más, entró en la trampa de jugar al pelotazo largo en lugar de tocarla. Así fue como en el 32 de la segunda parte, Juanes está a punto de sorprender a Saavedra que salva enviando a córner. Se saca de esquina y Jordi, a balón parado, marca poniendo al Celta con el 1-0 y dejando al Pontevedra con apenas 12 minutos para intentar buscar el empate. La ilógica se estaba imponiendo. El Pontevedra no había sabido explotar la superioridad numérica.
No logró el Pontevedra centrarse en lo que restaba de partido. Pasaban los minutos y el nerviosismo se adueñaba de los jugadores granates que incurrían en errores que facilitaban a los celestes aguantar el encuentro. Mucha voluntad pero poco acierto en el cuadro pontevedrés y un final en donde el Pontevedra, a pesar de su dominio en la recta final del partido, no lograba el objetivo de al menos empatar en el estadio vigués.
Primera parte mala de los dos equipos y segunda donde el Pontevedra jugó bien en los primeros 25 minutos, pero a partir de ahí no supo aprovechar su superioridad numérica y, paradójicamente, en un fallo defensivo –a balón parado- daba al Celta B la oportunidad de marcar, llevándose el filial los 3 puntos.
Noche más bien para olvidar y urgente cambio de chip ante el partido de este domingo, en Pasarón, ante el Real Unión de Irún. El Pontevedra está obligado a ganar y a recuperar el buen juego del sábado pasado que bien poco afloró en esta jornada de miércoles en Vigo.
“El resultado es un tanto injusto, aunque no sé que nos pasó, cuando estábamos con superioridad, las cosas se complicaron y no supimos afrontar el final como deseabamos”, explicaría al final del encuentro Pelegrina.
Por su parte, el debutante Saavedra, portero granate, que tuvo dos paradas de mucho mérito, una de ellas evitando un tanto seguro al final del partido, estaba “contento con la actuación, pero lamentar que no haya servido para nada a la vista de la derrota. Debemos de seguir trabajando y estoy seguro que lograremos remontar este momento no muy feliz”, señaló finalmente el joven guardameta.
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