11 noviembre 2008

DOLOR Y DESPETO



Sr. Director:
En esta cita semanal, la sola sensibilidad de ser humano me obliga referirme a la muerte, en trágico accidente, del hijo del Presidente del Celta.
Lo hago, Director, desde el respeto al dolor de la familia Mouriño.
Y desde ese respeto al dolor de la familia Mouriño, hay que exigir que no se utilice tal dolor, realizando declaraciones que están fuera de lugar, mezclando cuestiones que en nada tienen que ver con la cruel realidad de la muerte de una persona.
Ricardo Barros, Vicepresidente del Celta, instalado en un voluntarismo paleto y zafio, va formulando declaraciones en las que mezcla el dolor de la muerte del joven hijo del Presidente, con alusiones a que “llevaremos al equipo donde se merece”, “seguiremos trabajando en la Ley Concursal”, “hay que ganar el partido contra el Córdoba para compensar a Carlos Mouriño por lo que está trabajando”.
¿Puede explicar, Ricardo Barros, a qué viene nombrar, en estas circunstancias, la Ley Concursal; a qué viene, decir ahora, si Carlos Mouriño está trabajando por el Celta, a qué viene mencionar, ahora, el que llevaremos al equipo donde se merece?. ¡Por favor, no diga más sandeces!
Ricardo Barros, entiéndalo bien. En estos momentos hay que saber estar. Y usted demostró que no sabe y, además, no tiene categoría para estar al frente del Celta.
Director, pido disculpas si la profunda tristeza que me produjo la actuación de Ricardo Barros, me lleva a exponer estas sensaciones. Director, es lo que siento.
Saludos
Manuel Galocha.
10-11-2008