28 octubre 2008

¿Durará el entrenador que se impregnó de la "bondad" de los dirigentes tras tomar con ellos unas cañas de cerveza?




Sr. Director:
Dicen que en la vida todo tiene su explicación. Comienzo así porque todos recordamos cuando a la hija del Presidente del Celta se le ocurrió aquello de los amuletos y nos llamó la atención pensando que la licenciatura, por Tampa, de la mencionada hija, daba para tanto y tan exquisitas ideas por las que se habló, en toda España, del Celta.
Ahora, alguno podrá decir que las ideas de los amuletos no es producto de la licenciatura por Tampa, sino que es consecuencia del “master” que la licenciada hija del Presidente del Celta llevó a cabo en México. No hay que olvidar que el presidente del Celta dice y mantiene que es muy amigo del ex-presidente Fox, ya que -según él- le llevo la campaña de las elecciones en Campeche, cosechando, por cierto, un éxito.
Estos días se comenta el libro del periodista y escritor, mexicano, José Gil Olmos, titulado “Los Brujos del poder”. El tal José Gil Olmos afirma, en el mencionado libro, que la ex-primera dama de México, Marta Sahagún, esposa del ex–presidente Vicente Fox, recurrió, durante el mandato de su marido, a brujos y santeros que realizaban actos de hechicería, magia y esoterismo. Otros de los trabajos que al parecer encargaba esta mujer, consistían en poner sobre las fotos de sus enemigos una tarántula viva la cual era ensartada a la imagen y quemada junto con ésta.
Director,
¡qué fácil resultaría adivinar las fotos seleccionadas por algunos, para poner sobre ellas las tarántulas vivas!.
Así es la vida, todo tiene una explicación, Director.
No obstante, hablando ahora de fútbol, la realidad de los hechos le ponen mala nota a la hija del Presidente ya que los amuletos y demás cuestiones no depararon al Celta un caminar, precisamente, brillante. La Sra. Mouriño Terrazos ha de hacer otro “master” y aplicarse más.
Pero es que, Director, en la vida todo tiene su explicación. ¿Quién no recuerda aquellas películas, con una fotografía excepcional, de las plantaciones americanas, donde los trabajadores esclavos que solían ser de color, eran convocados a comer por medio de una campana que hacía sonar el capataz?. Eran unas buenas películas que reflejaban la realidad del momento.
Pues bien, al parecer, en las relaciones laborales modernas hay algunos que cambiaron la campana por la campanilla y llaman a sus secretarias haciendo sonar la campanilla. Como no la oigan rápidamente y no acudan raúdas y veloces son despedidas. Hay alguno que ya igualó el número de secretarias con el número de entrenadores cesados.
Y no me olvido tampoco esta semana de la tertulia de la cafetería del centro de Vigo, donde el jubilado de Citröen comentaba que Murcia, entrenador del Celta, no debe tener muy claro si está entrenando a un equipo de fútbol o es miembro de una ONG; ya que el bueno del entrenador, por lo visto, manifestó, después de haber comido con miembros del Consejo y haber tomado unas cañas con ellos, que “en el club hay una gran virtud que es la bondad”. Decía el sagaz jubilado que Murcia debería hablar con los entrenadores que le precedieron, pues también comían y tomaban cañas con los Consejeros y les fue como les fue. Otro tertuliano afirmaba que Murcia había perdido fuerza con la plantilla, pues, según él, lo peor que le puede pasar a un entrenador, antes del cese, es que “los pesos pesados” de la plantilla lo apoyen. Según él, eso es claro síntoma de cese seguro.
Director, ¿acertará?. Por lo que se oyó a varios consejeros comentar, lo tiene mal, muy mal. Esperemos que los brujos, chamanes y santeros no decidan que hay que poner una tarántula viva sobre la imagen del entrenador Murcia.
Saludos, Director.
Manuel Galocha.
27-10-2008