Lo sucedido en la asamblea de los socialistas, en Vigo, donde unos cuantos la emprendieron a golpes y mamporros, pone de manifiesto la situación de tensión que se vive en una agrupación -la viguesa- que míster Touriño (¡menuda herencia la suya!) intervino un día (como si fuese el Estado interviniendo un banco en momentos delicados). Pero Touriño intervino el PSOE vigués para que Carlos Príncipe y los suyos no resucitasen; hablemos claro. No hizo de juez imparcial para poner paz en el lugar, sino para poner a los que a el le convenían... Desde entonces, quiérase o no, hay una corriente disidente del oficialismo, que marcha ahora engordada pues en ella acaban de alinearse los de Gonzalo Caballero y los de Carlos Príncipe.
Y es así cómo los disidentes han logrado representación cara al Congreso Gallego próximo...en esta asamblea que acabó a leches, como diría Chema García.
Tras ello, los oficialistas han corrido a decir en una emisora de radio que se liaron a bofetadas dos bandos de los disidentes... ellos son los malos, dice el oficialismo.
Y oído eso, Carlos Príncipe ha tomado la palabra en otra emisora y... ¡amigo mío!, la abundante parentela de la señora Carmela Silva ha quedado retratada por el doctor como los principales actores del film de puñetazos con que concluyó el cónclave de los sociatas. Y que se sepa... la señora Silva y sus parientes reman en la misma dirección. Vamos, que no militan precisamente en las filas de los disidentes... - RAUL COIMBRA