29 junio 2009

Celta : otra vez un clima de intoxicación



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Cuando los voceros de Mouriño
quieren confundir... y aquí
casi nadie se acuerda
de don Alfredo Rodríguez

Estimado Director:

La voz cantante, en la habitual tertúlia céltica, del café de este último lunes de junio, la tuvo el abogado.
Estaba asombrado de las informaciones, totalmente sesgadas, que, estos días, están apareciendo en medios de comunicación sobre el proceso concursal del Celta. Siguen, de manera descarada, la línea marcada por el político mejicano, perteneciente al partido político PAN, Carlos Mouriño Atanes que además es a la sazón Presidente del Celta.
La línea marcada, en la estrategia del fracasado Presidente del Celta y familia, se mantiene clara y definida desde un principio.
Deportiva y económicamente los resultados, desde que accedió a la presidencia Mouriño, empleando a su hija y familia, fueron un auténtico desastre. Los modos y maneras con los que Mouriño pretendió enmascarar la situación, se encuadran en lanzar porquería sobre lo anterior a ser él presidente, tratando de que se olvide que él es consejero del Celta desde el mes de diciembre de 2003.
Carlos Mouriño Atanes, desde que es Consejero del Celta, año 2003, tenía sobrado conocimiento de todo lo que ocurría en el Celta y, sobre todo, desde el punto de vista económico. La razón de que ello es así, es muy sencilla. La persona que lía, es el término que mejor define la situación, a Horacio Gómez, anterior Presidente del Celta, para que Carlos Mouriño Atanes entre a formar parte del Consejo de Administración del Celta es Alfredo Rodríguez, Director General del Celta y consejero, en aquella época, además de Alcalde Nigran.
Alfredo Rodríguez le vende a Horacio Gómez que Carlos Mouriño Atanes es uno de los hombres más ricos de Méjico, político influyente en Méjico, que, además, tiene avión privado y barco y no se sabe cuántas cosas más. Al parecer, la verdad es que, todavía, no se sabe cuántas cosas más.
El fichaje estrella es mimado y Alfredo, según las apariencias, establece con él una relación cercana y conjunta lo que hace que Carlos Mouriño Atanes sea conocedor de todos los entresijos del Celta. Alfredo que quiere tener buena sintonía con Carlos Mouriño, le informa de todo para tenerlo contento y, a poder ser, en un futuro, lo acoja en su reino, el de Carlos Mouriño. Y, se supone, que si hay que hablar de campos, prados, viviendas, urbanizaciones, etc., se habla, ¿por qué, no?.
Alfredo Rodríguez, conocedor del cansancio de Horacio Gómez, lanza la idea de que el mejor comprador del Celta es Carlos Mouriño y se lanza a la operación “compra-venta” del Celta por Horacio-Mouriño.
Uno dice estar cansado, Horacio, y el otro quiere ser reconocido por la ciudad de Vigo, Mouriño. A uno le funciona la intuición, Horacio, y al otro, Mouriño, lo pierde la exigencia familiar de que “la sociedad de Vigo nos tiene que conocer”.
Alfredo Rodríguez media, gestiona, informa y pone de acuerdo a ambas partes, cerrándose el negocio.
Carlos Mouriño se las prometía muy felices. El Celta en Europa, él se considera un gran empresario, cree saber todo sobre el fútbol, su familia está satisfecha con la nueva situación, la hija Marian se hace con el mando de las operaciones.
Todo muy bonito, para la familia Mouriño, hasta que el descenso a 2ª División es real. Piensan que se puede solucionar con un nuevo proyecto, pues dicen “que lo anterior no era de ellos”. Dicen tener un nuevo proyecto para subir. No suben. Idean otro nuevo proyecto y casi baja el Celta a 2ª B.
Y como todo esto no les funciona, Mouriño y familia quieren distraer el fracaso, y montan el proceso concursal.
Director, el abogado promete, en la tertulia, hablar del proceso concursal, largo y tendido, el próximo lunes. Esperemos, pues.
Saludos.
Manuel Galocha. 29-6-2009