27 junio 2009

Personaje del Día

El Mago de Alfoz



El Racing de Santander está ultimando la contratación de Juan Carlos Mandiá. Ayer, el técnico gallego y el equipo cántabro negociaban los últimos detalles del contrato.
Mandiá comunicó ayer oficialmente al Hércules su decisión de no cumplir el año de contrato que le resta con la entidad alicantina. Optó por dejar su actual equipo incluso después de un último esfuerzo de este, que le realizó una última propuesta «que no se puede rechazar», pero que él no acepta por «un asunto estrictamente profesional, por el sentimiento de querer entrenar en Primera».
Si se confirma la operación, Mandiá tomaría el relevo en el banquillo de El Sardinero de Juan Ramón López Muñiz, que rescindió el pasado día 19 su contrato con el Racing y regresará al Málaga.
(De los periódicos...)


Nos alegra mucho el progreso de Juan Carlos Mandiá, aquel lucense que un día llegó al Celta procedente de la escuela del Real Madrid donde a punto estuvo de llegar arriba de todo, pero se quedó en la puerta de la gloria. Luego, aquí, en Balaídos, fue un buen central, un jugador importante en el Celta de entonces.

Fue en esa época en que tuvimos ocasión de tratarle directamente, de discutir incluso con el en un vivo programa de Radio. Y ese día nos convencimos, pese a su aparente rudeza, a su porfía dialéctica, que era un buen tipo, una persona noble y sin dobleces. Y desde entonces le anotamos entre la gente que en el Fútbol merecía de verdad la pena. Y no se crea usted que son muchos los que de verdad valen como deportistas y como personas en este mundillo tan podrido a veces.

Pero Mandiá era y es un sujeto que vale la pena. No nos extraña que el Hércules, pese a haberse quedado a las puertas del ascenso, suspirase por su continuidad allí, cosa que no va a poder ser. Eso dice mucho del sello que deja Mandiá quien ahora llegará a un banquillo de Primera.
Le deseamos la mejor de la suertes. No es para menos. Se lo merece. Y ojalá que un día pueda llegar también al Celta, al fin y al cabo su Celta, y que deje aquí el marchamo de cosas importantes para las que de sobra está capacitado. ¡Suerte, amigo!. - EUGENIO EIROA<