21 agosto 2009

Las cartas celestes



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En la foto de André Taboada, tomada horas atrás, "Mou", como le dicen sus mas fieles aplaudidores, se asoma al balcón del artilugio de Plaza de España, pero la sonrisa, como se observa, es la que es... entre tímida e inexistente. Y observese, en línea con lo que comenta en este artículo Manolo Galocha, cómo el vicepresidente Barros, asoma muy discretamente su cabeza desde un segundo plano (a la derecha)... Son tiempos de a ver qué pasa...y por si acaso, no alborotar en demasía, no vaya a ser...

Mouriño está
preocupado
aunque
no lo parezca...
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Sr. Director:
Aunque no lo parezca, según opinión de alguno de los tertulianos de los lunes en la céntrica cafetería de Vigo, Carlos Mouriño Atanes, Presidente del Celta, está preocupado en este tiempo por varias razones.
Al hombre, a decir del economista que trabaja en Zona Franca, en México los asuntos le van de aquella manera, sobre todo, después del varapalo electoral que su partido político, PAN, recibió en las últimas elecciones. La verdad es que sabe y tiene experiencia en reubicarse y, si hay que pactar se pacta con quien sea para no perder influencia y poder, ya que el negocio es el negocio -comentaban en la tertulia este lunes-. Lo que se dice en los mítines queda en los mítines. Según el jubilado de Citröen, como en España.
El tertuliano que es abogado sigue manteniendo que la declaración del concurso es uno de los motivos por el que se encuentra inquieto Mouriño. Cada vez, son más las personas que le dicen a Mouriño que la estrategia no fue la mejor. Aunque, según parece, los que conocen a Mouriño dicen que a él poco le importa lo que le pueda pasar a los demás con tal de salvar su “prestigio”; en esta ocasión los tambores de guerra le llegan de su propio entorno.
El entorno se centra en aquellas personas de su Consejo de Administración que, en su día, fueron elegidas por representar a sectores importantes de la Sociedad de Vigo, según el entender de Mouriño y que, por cierto, algunas de ellas ya no están en el Consejo de Administración. Se supone que, alguno de ellos, leyendo las declaraciones que, en su día, hicieron ensalzando el gran proyecto de Mouriño para el Celta, se esconderán y, al menos, un poco de vergüenza les entrará.
La señora de Matamá, en este momento, recuerda cómo un consejero se enteró del cese del entrenador del Celta cuando un locutor de la Radio Galega se lo comunicó y él dijo no saber nada y que se estaba enterando en aquel momento. No hay duda que Mouriño trabaja en equipo.
El representante de Farmacia dice saber, de muy buena tinta, que Ricardo Barros ante la que se avecina, procura estar sin salir en primer plano en los medios de comunicación y tal vez se dedica a oír el susurro de los caballos que tiene en su buena cuadra. Parece ser que, todavía, no llegó a consultar con alguno de ellos, las decisiones importantes como decía el fallecido Jesús Gil que hacía. Ya no se le escuchan aquellas expresiones, tan eufóricas, que pronunciaba cuando iniciaba mandato con Mouriño. Aquello de “ahora si que hay profesionalidad”, “ahora hay un proyecto”, “ahora se ficha con cabeza”, “ahora somos grandes empresarios los que llevamos al Celta”, “ahora sabemos de fútbol”,“ahora vamos a llenar Balaídos” y “ahora, ahora …” , se lo guarda, al parecer, para cuando está soñando.
El representante de Farmacia, exclamaba este lunes en la tertulia : ¡qué importante se siente Ricardo Barros en un palco!. Es feliz.
El administrativo que trabaja en el Puerto y que coincide, en alguna ocasión, en otra cafetería con Pedro Posada, mantiene que éste ya no suelta tantos discursos sobre las bondades de su gestión al frente del Celta. Ahora, al parecer, lo suyo es más lo del balonmano. Esto del fútbol, para él, sería de locos y a los jugadores no hay por donde cogerlos. No obstante, su realización como hombre importante de la ciudad de Vigo, se consumó cuando, por derecho propio, fue al Palco de Balaídos. El y Ricardo Barros -comentaban en la tertulia este lunes, es como si se elevasen cuando se dan cuenta que están en el Palco. Pero ahora no pinta muy bien el asunto y, tal vez por ello, lo suyo es el balonmano.
La señora de Matamá, cuando hablan de elevarse en el Palco de Balaídos, se acuerda de Carmen Avendaño para decir que esta buena mujer no se eleva, ésta se sublima de tal manera que se hace irreconocible.
Director, hoy tocó en la tertulia análisis de los últimos tiempos de algún consejero y consejera. Pero Mouriño está preocupado, aunque a veces no lo parezca.
Saludos.
Manuel Galocha. 17-9-2009