VIGO (MORRAZO-tribuna) .- Mouriño ya no va ni a recoger las distinciones que le dan a su entidad. Envía a Posada a hacer el trabajo. Mouriño ya no está para fiestas, aunque le guste salir en las páginas de "remitidos" del Hola. No es para menos... el Celta, este su Celta, no tiene arreglo. Se salva del descenso a Segunda B porque hay detrás cuatro mantas tan raídas que es imposible que esos clubs peleen por seguir en la División de Plata. Pero la temporada del Celta no puede ser más nefasta. Este domingo, volvió a obsequiar a sus escasos aficionados con otro fracaso en Balaídos.
2 - R.C.Celta: Falcón; Óscar Díaz (Dani Abalo, min.81), Noguerol, Peña, Jordi, Roberto Lago; Renán (Michu, min.78), Rosada, Trashorras; Ghilas y Dinei (David Rodríguez, min.66).
2-U.D.Levante: Reina; Molinero, Robusté, Tena, Vázquez; Gorka Larrea (Pina, min.71), Samuel; Miguel Pérez (Del Moral, min.59), Rubén (Yago, min.90), Pedro Vega; Xisco Nadal.
Goles : 1-0 min. 45: Óscar Díaz; 2-0, min.49: Ghilas; 2-1, min.57: Pedro Vega; 2-2, min. 74: Pedro Vega.
Árbitro: Estrada Fernández (comité catalán). Amonestó a Noguerol (m.39), Óscar Díaz (min.55) y Ghilas (min.84), por parte del Celta, y a Rubén (m.45), Larrea (min.68) y Samuel (min.89) por el Levante.
Incidencias : Encuentro correspondiente a la trigésimo cuarta jornada de la liga Adelante disputado en el estadio municipal de Balaídos ante 5.755 espectadores, según mandó decir la hija del presidente.
El partido fue un puñetero desastre, una vez más. El juego de los primeros 45 minutos aburrió hasta las ovejas. Los celestes llegaron a ir ganando por dos goles a cero tras jugarse la primera mitad y cuatro minutos de la segunda, pero la afición viguesa fue obsequiada con el mismno presente de los últimos partidos y mostró así su enorme enfado con una sonora bronca cuando el árbitro pitó el final del partido.
La primera parte, como decíamos, fue un auténtico tostón para los pocos espectadores que se acercaron a Balaídos. El Levante, pese a no jugarse nada en el choque, renunció al fútbol desde el primer minuto.Y el Celta ya sa sabe lo que es... un cuadro ramplón.
Con dos goles de ventaja nadie pensaba que el Celta fuese tan torpe que lo echase todo a perder. Los celestes tuvieron que esperar hasta el minuto 45 para lograr el primer tanto de la tarde: saque de esquina ejecutado por Renán y cabezazo impecable de Óscar Díaz. Liuego, el 2-0 llegaría a los cuatro minutos de la reanudación gracias a Kamel Ghilas, un espabilado en los últimos partidos.
Pero luego vendrían los acostumbrados fallos defensivos locales y...un gol de Pedro Vega, en el minuto 57, metió al Levante en el encuentro. Un nuevo despiste defensivo, en una acción similar a la del primer tanto visitante, lo volvió a aprovechar el zurdo Pedro Vega para marcar de nuevo y provocar ya en las gradas un cabreo monumental.
Poco más hay que decir : el Celta no hay por donde cogerlo, el Eusebio Sacristán está bastante verde para torear en un equipo como este y... don Carlos, una semana más, que mejor es que se esconda detrás de las cortinas porque está claro que lo suyo no es gestionar equipos de fútbol. Pero descuiden que no dimite, ni se va, ni nada por el estilo...todas esas declaraciones con la boca pequeña suelen ser para lo que son...cuestión de imagen, a ver si dando lástima, el cabreo de los escasos aficionados que aún van al estadio, no se dirige hacia el.
2 - R.C.Celta: Falcón; Óscar Díaz (Dani Abalo, min.81), Noguerol, Peña, Jordi, Roberto Lago; Renán (Michu, min.78), Rosada, Trashorras; Ghilas y Dinei (David Rodríguez, min.66).
2-U.D.Levante: Reina; Molinero, Robusté, Tena, Vázquez; Gorka Larrea (Pina, min.71), Samuel; Miguel Pérez (Del Moral, min.59), Rubén (Yago, min.90), Pedro Vega; Xisco Nadal.
Goles : 1-0 min. 45: Óscar Díaz; 2-0, min.49: Ghilas; 2-1, min.57: Pedro Vega; 2-2, min. 74: Pedro Vega.
Árbitro: Estrada Fernández (comité catalán). Amonestó a Noguerol (m.39), Óscar Díaz (min.55) y Ghilas (min.84), por parte del Celta, y a Rubén (m.45), Larrea (min.68) y Samuel (min.89) por el Levante.
Incidencias : Encuentro correspondiente a la trigésimo cuarta jornada de la liga Adelante disputado en el estadio municipal de Balaídos ante 5.755 espectadores, según mandó decir la hija del presidente.
El partido fue un puñetero desastre, una vez más. El juego de los primeros 45 minutos aburrió hasta las ovejas. Los celestes llegaron a ir ganando por dos goles a cero tras jugarse la primera mitad y cuatro minutos de la segunda, pero la afición viguesa fue obsequiada con el mismno presente de los últimos partidos y mostró así su enorme enfado con una sonora bronca cuando el árbitro pitó el final del partido.
La primera parte, como decíamos, fue un auténtico tostón para los pocos espectadores que se acercaron a Balaídos. El Levante, pese a no jugarse nada en el choque, renunció al fútbol desde el primer minuto.Y el Celta ya sa sabe lo que es... un cuadro ramplón.
Con dos goles de ventaja nadie pensaba que el Celta fuese tan torpe que lo echase todo a perder. Los celestes tuvieron que esperar hasta el minuto 45 para lograr el primer tanto de la tarde: saque de esquina ejecutado por Renán y cabezazo impecable de Óscar Díaz. Liuego, el 2-0 llegaría a los cuatro minutos de la reanudación gracias a Kamel Ghilas, un espabilado en los últimos partidos.
Pero luego vendrían los acostumbrados fallos defensivos locales y...un gol de Pedro Vega, en el minuto 57, metió al Levante en el encuentro. Un nuevo despiste defensivo, en una acción similar a la del primer tanto visitante, lo volvió a aprovechar el zurdo Pedro Vega para marcar de nuevo y provocar ya en las gradas un cabreo monumental.
Poco más hay que decir : el Celta no hay por donde cogerlo, el Eusebio Sacristán está bastante verde para torear en un equipo como este y... don Carlos, una semana más, que mejor es que se esconda detrás de las cortinas porque está claro que lo suyo no es gestionar equipos de fútbol. Pero descuiden que no dimite, ni se va, ni nada por el estilo...todas esas declaraciones con la boca pequeña suelen ser para lo que son...cuestión de imagen, a ver si dando lástima, el cabreo de los escasos aficionados que aún van al estadio, no se dirige hacia el.