27 julio 2009

Magna exposición a punto de inaugurarse en el Museo de Pontevedra

Pontevedra-Vigo (MORRAZO-TRIBUNA).- En la sala de exposiciones temporales del nuevo edificio del Museo de Pontevedra será inaugurada el próximo viernes, día 31 de julio, a las ocho de la tarde, la muestra “Cidades en guerra. 1808-1814. Pontevedra na Guerra da Independencia”, organizada por la Sociedad Estatal de Conmemoraciones Culturales, dependiente del Ministerio de Cultura, y el Museo, organismo autónomo de la Diputación de Pontevedra, contando con la colaboración de la Consellería de Cultura e Turismo, del Ayuntamiento de Pontevedra y de Caixanova.

Esta exposición, comisariada por Juan Francisco Fuentes Aragonés, Rafael Vallejo Pousada y José Carlos Valle Pérez, es uno de los numerosos eventos programados para conmemorar el segundo centenario de la guerra contra los franceses, que en la comarca de Pontevedra tuvo como hecho culminante la batalla de Ponte Sampaio, los días 7 y 8 de junio de 1809, que supuso el inicio de la retirada de Galicia de las tropas de Napoleón.

Estará abierta hasta el día 4 de octubre, siendo su horario el siguiente: durante el mes de agosto, de once a dos por las mañanas y de cinco de la tarde a diez de la noche de martes a sábado, y de once a dos los domingos y festivos; en septiembre y octubre, de once a dos y de cinco a nueve, de martes a sábado, y los domingos y festivos de once a dos. Se organizarán visitas guiadas a las doce de la mañana y a las siete de la tarde.

Integrada por fondos procedentes de instituciones públicas y de colecciones particulares, la muestra se consta de los siguientes apartados:

La primera sala -«De aliados a invasores»- se refiere a la gestación de la crisis política y militar que desembocó en el levantamiento contra los franceses de mayo de 1808. Los textos, imágenes y objetos reunidos en ella nos presentan, junto a algunos de los protagonistas

de esta historia, los principales acontecimientos de aquellos meses cruciales, como el Tratado de Fontainebleau, el motín de Aranjuez o las abdicaciones de Bayona.

La sección dedicada al levantamiento antifrancés recoge todo el dramatismo de aquel momento histórico. La sublevación popular del 2 de Mayo y, unos días después, la noticia de las renuncias de Bayona provocan una revuelta generalizada contra los franceses. Se forman juntas, se organiza la resistencia y se toman medidas propias de una guerra declarada, con la

llamada al reclutamiento y la requisa de armas. La figura de Fernando VII, idealizada por el pueblo, se convierte en factor de movilización general contra el invasor.

En la tercera sala, titulada «La marcha de la guerra», se puede seguir la evolución militar del conflicto hasta 1812. Se muestran testimonios de los episodios decisivos de aquellos primeros años de la guerra: la batalla de Bailén, los sitios de Zaragoza, la llegada de Napoleón a Madrid... Aparece también el papel de la población civil en una guerra que lo abarca todo y que exige una movilización general de recursos. De ahí la importancia de

una lucha propagandística, por medio de folletos, pasquines y grabados, que pretendía enardecer el ánimo de los combatientes y desmoralizar al adversario.

Los sucesos iniciados en 1808 tuvieron el dramatismo añadido de un enfrentamiento entre españoles, ya fueran afrancesados y patriotas o, dentro de este bando, absolutistas y liberales. Esta dimensión de la guerra, a la que se dedica la cuarta sala, no pasó inadvertida a los contemporáneos. La sala incluye panfletos, periódicos -entre ellos, dos de los publicados en Galicia-, grabados satíricos y retratos de algunos de los protagonistas de esta «guerra también entre españoles».

El Reino de Galicia protagoniza la quinta sala. En ella se muestran los escenarios de la guerra y la sublevación gallega, encabezada por su Junta Suprema, que moviliza un ejército y negocia con Inglaterra su apoyo militar. Luego vienen los hitos de la invasión (enero-junio de 1809): la persecución de Moore, Elviña, la capitulación de las ciudades y las violencias francesas hasta la victoria final de los gallegos, forjada por el pueblo con sus “alarmas” y las acciones conjuntas con las tropas regladas y sus jefes. La Galicia liberada desde 1810 se organiza políticamente en una Junta Superior (1810-1813) y en una Diputación Provincial (1813-1814), al tiempo que continúa el esfuerzo bélico y no es ajena al debate ideológico

y a la guerra entre españoles, tanto en las Cortes de Cádiz como en la propia Galicia. La sala se complementa con en el punto informático de la Exposición, donde pueden consultarse más de setenta documentos originales sobre la guerra en Galicia.

La sala sexta está dedicada a la guerra en Pontevedra y la memorable batalla de Ponte Sampaio, que pone fin al dominio francés en Galicia. Narra la ocupación francesa de la ciudad del Lérez, el sufrimiento de los vecinos de ésta y de los pueblos de la comarca y la movilización para hacer frente al ejército napoleónico. Nos sitúa asimismo ante el escenario de Ponte Sampaio y presenta diversos testimonios de la decisiva batalla allí librada el 7 y 8 de junio de 1809, desde munición hasta el retrato y el testimonio de alguno de sus protagonistas, así como la cartografía elaborada a raíz de la misma, donde se representa el famoso puente con parte de sus arcos derribados para frenar el avance galo.

El dramatismo de la guerra se percibe sobre todo en la sala consagrada al testimonio de Francisco de Goya, titulada -como uno de sus célebres grabados- “Yo lo vi”. Es la mirada singular del artista sobrecogido por la explosión de violencia desatada por un nuevo tipo de guerra, en el que todos –militares y civiles, hombres y mujeres– pueden ser a la vez combatientes y víctimas. Las apostillas con que Goya titula estas escenas sirven para reforzar el propósito moralizante de su testimonio y poner al espectador del lado de los que sufren.

En la octava sala, «El camino a la victoria», se recorre la fase final de la guerra, desde la decisiva batalla de los Arapiles (Salamanca) en 1812, hasta la batalla de Vitoria (1813), episodio clave que anuncia ya el desenlace definitivo. Es un momento de celebración de una victoria inminente y de glorificación de los ejércitos vencedores. En 1814, el regreso a España

de Fernando VII, El Deseado, pone fin a esta etapa y augura un cambio político de consecuencias dramáticas para muchos españoles.

La sala «Estragos de la guerra, desastres de la paz» puede verse como epílogo de estos seis años de guerra y revolución iniciados en mayo de 1808. La restauración de la Monarquía absoluta en 1814 inaugura un periodo de fuerte represión política, crisis financiera del Estado, embarcado en una difícil guerra colonial en América, y pronunciamientos liberales, la mayoría concluidos con la ejecución de sus protagonistas, aunque hubieran sido, como el general Lacy, héroes de la Guerra de la Independencia.

La última sala se ocupa de la memoria de la guerra en Galicia a través de un recorrido histórico que se inicia en 1810 con el libro Proezas de Galicia, de José Fernández Neira. Este recorrido se sustenta en la literatura, la prensa, los grabados, los monumentos, la historiografía y las recreaciones, enfatizando sus hitos: el recuerdo de la batalla de Elviña, las fiestas del

Cristo de la Victoria y de la Reconquista en Vigo, la conmemoración del primer Centenario de la guerra, el levantamiento en Pontevedra del monumento a los Héroes de Ponte Sampaio...