23 noviembre 2008

Estaremos a las puertas de la depresión, pero aquí el derroche del dinero de los demás bien que continúa...



Buen domingo. Es un decir. El diario oficialista "El Pais" aparece hoy con un suplemento económico terrorífico, especulando ya con la depresión -que no recesión-. E ilustra con un fotón inmenso a doble página, de gentes a cientos, agolpadas para pedir empleo en el año 1930, en una ciudad de Estados Unidos. Para que no queden dudas, en la página siguiente, ilustra con una foto actual de colas de parados antes las oficinas del INEM en España. ¡Menos mal que es el diario oficialista!.
Jaleando como se está jaleando la crisis por parte de unos cuantos, vamos a lo que vamos : a que los que pueden gastar -aterrorizados- no gasten y que, efectivamente, la crisis acabe siendo aún más crisis... O se cambia la visión del solo me queda media botella por el aún me queda media botella, o esto puede entrar no en gran depresión como especulan hoy los que han sido -¡parece mentira!- escuderos del Gobierno, sino en onda de pánico y terror colectivo.
Luego están las Administraciones. Una cosa es hacer publicidad -cosa que nadie censura- para divulgar lo que sea necesario. Otra es tirar el dinero...Veamos un flagrante ejemplo : El concello de Pontevedra publica este domingo, entregado encartado en los periódicos, un tríptico bestial, tamaño folio, a todo color y panavisión... El papel en que está impreso es de un fabuloso gramaje, prácticamente un cartón...Para más inri, en la firma final, se dice que es con la colaboración económica de la Xunta... ¡Menos mal que estamos en crisis porque de lo contrario lo repartían acompañado de billetes de 5 euros... qué menos en esta filosofía del derroche!.
Y si eso hacen ahora, que la obra no está hecha, ¡qué no harán cuando la obra esté finalizada!.
Mientras, los vecinos de una calle de Pontevedra, de esas que remodelan con aceras en plan bestia dejando un carrilín de nada para los coches, van a estar ¡diez días! -nada menos que diez días- sin poder sacar o meter el coche en sus garajes porque los de la contrata -que van más lentos que el caballo del malo- se toman ese plazo para echar una capa de cemento a la zona de rodadura de los coches; algo inconcebible, dada la dimensión escasa en metros de la zona donde han de aplicar el hormigón.
Este domingo aparecieron pasquines por la calle en cuestión, recordando que vecinos y comerciantes habían enviado un escrito - solicitud al alcalde Lores, allá por septiembre, pidiendo se les explicase el plan de obra, plazos y demás... El pasquín dice que el escrito estaba cortesmente redactado, pero que no obtuvieron ni la más mínima respuesta al mismo por parte de quienes gobiernan.
EMILIO FRANCO