SALAMANCA ( Servicio especial - MORRAZO-tribuna) .- La semana entera se la pasaron Sacristán y los suyos diciendo que estaban en forma, haciéndolo muy bien y que solo faltaban los resultados... No lo deben de estar haciendo tan bien cuando siguen jornada a jornada marchando para atrás como el cangrejo. Si al pobre don Carlos (es un decir, allá le dicen "el multimillonario de dos nacionalidades") le va igual con la Política en México que aquí con el Celta... el futuro para el PAN donde tiene sus afectos puede ser realmente tenebroso.
El caso es que una semana más, otro disgusto más y cada vez el descenso que está más cerca. Pero... nos dirán que imposible, que eso es imposible que le suceda al Celta. Que eso es mal de otros... De todos modos, que sigan jugando con fuego, que como se produzca un descenso a Segunda B, ni Ley Concursal ni puñetas... al Celta lo disuelven más rápido que un azucarillo en un vaso de agua. Asi es que ...mejor se dejen ya don Carlos, el Sacristán y el resto de la tropa que están llevando al Celta a las cotas más ínfimas de su historia...se dejen ya de jugar con fuego y nos dejen vivir más tranquilos. En Salamanca, al final, tampoco fue la resurrección. Veremos cuando toca...
Y lo curioso es que tal y como empezó el partido de El Helmántico nos las prometíamos muy felices. El Salamanca tuvo que remontar para conseguir la victoria ante el Celta, que se adelantó en el marcador, con una primera parte muy pobre del conjunto local, pero con un Celta que luego, en cuanto le apretaron las clavijas, resultó que no pudo aguantar el empuje unionista tras el descanso. Ghilas adelantó a los célticos, Dañobeitia y Miku remontaron.
U.D.Salamanca: Alberto; Gañán, Catalá, Pelegrín, Sergio, Cristian Bustos, Salva Sevilla (Luciano, m.91), Isaac Jové (Jorge Alonso, m.82), Cohen (Quique Martín, m.27), Dañobeitia y Miku.
R.C.Celta de Vigo: Notario; Fajardo, Noguerol, Rubén, Lago, Rosada (Dinei, m.80), Dani Abalo (Óscar Díaz, m.60), Michu (Jonathan Vila, m.67), Renan, David Rodríguez y Ghilas.
Goles: 0-1, Min.15: Ghilas; 1-1. Min.52: Dañobeitia; 2-1. Min.65: Miku.
Árbitro: Miranda Torres, comité catalán. Mostró cartulina amarilla a Noguerol, David Rodríguez, Rubén, por el Celta.
Incidencias: Partido correspondiente a la trigésimo primera jornada en Segunda división, disputado en el estadio Helmantico ante 8.317 espectadores de los apenas un milllar eran seguidores del Celta.
El Salamanca, bien puede decirse, tiró por la borda los primeros cuarenta y cinco minutos de juego, donde ofreció una de las imágenes más flojas de toda la temporada, al decir de sus seguidores. Y es que el Salamanca apenas si tuvo ocasiones de gol y ofreció muchas facilidades en defensa, como la que dio origen al gol del Celta, cuando Ghilas enganchó un buen pase de Renan, al saque de una falta desde la banda derecha, y cabeceó al fondo de la mallas prácticamente sin oposición, un churro defensivo sin duda. Y es curioso que el Celta pudo aumentar su ventaja en el minuto 35 con una nueva intervención de Ghilas, tras un fallo defensivo del Salamanca.
La segunda mitad comenzó con una evidencia, Sacristán dió una bendición defensiva a sus discípulos en el vestuario y estos salieron imbuídos de un conservadurismo atrás lo que nos trajo como consecuencia toparnos con el Celta mucho más replegado y con el Salamanca lanzado al ataque, aunque al principio sin demasiado acierto.
Cuando se llevaban disputados 7 minutos de la segunda mitad, Dañobeitia empató para el Salamanca al aprovechar una jugada individual.
El encuentro pudo ya cambiar radicalmente en el minuto 64, cuando Rubén cometió un presunto penalti sobre Dañobeitia, al que empujó dentro del área. El colegiado no apreció falta. Aumentó el ataque local y la defensiva visitante, de modo que estos fueron los mejores minutos del Salamanca en el partido y así, en el minuto 65, Miku consiguió adelantar al equipo charro tras aprovechar un paso largo que le permitió entrar en el área, recortar al defensa y batir a Notario de tiro cruzado.
El Salamanca, con el marcador a favor, empezó a mostrarse conformista, vamos, que perdió cierta dosis de ambición ante un Celta que, lejos de aprovecharse, se transformó en colectivo de hermanitas de la caridad, de tal modo que parecía incapaz de crear peligro y que apenas si podía hilvanar alguna jugada ofensiva... ante la desesperación de los cientos de aficionados que excursionaron desde Vigo para ver otra derrota más de su equipo en esta Liga.