VIGO/PONTEVEDRA (MORRAZO-tribuna). Sacyr ha vendido su participación y control de la Autopista del Atlántico. Consumado está. Ahora habrá que ver las consecuencias, sobre todo si -como parece- la Xunta no cerró con la nueva empresa el trato para que apechugue con la parte que quieren endosarle de la proyectada ampliación del puente de Rande y aledaños. En fin...se avecinan tiempos de tira y aploja al respecto.
El Grupo Sacyr Vallehermoso ha llegado así a un acuerdo con Citi para la venta de su filial Itínere por 7.887 millones de euros, ha informado hoy la compañía a la CNMV. La operación, que está pendiente de la aprobación de las autoridades reguladoras competentes y entidades financieras, requerirá el lanzamiento por parte de Citi Infraestructure Partners, un fondo de Citigroup, de una Oferta Pública de Adquisición (OPA) sobre el 100% del capital de Itínere a 3,96 euros por acción.
Autopistas del Atlántico SA (Audasa) se había convertido en la empresa más rentable del grupo Sacyr Vallehermoso. En 2006, la AP-9 aumentó un 23,9% su beneficio neto, alcanzando los 51 millones de euros. Sin incluir el pago de impuestos, el beneficio bruto de la autopista gallega es superior a uno de cada dos euros que la empresa ingresaba por peajes. La subida anual automática de tarifas asegura la rentabilidad.
La compañía vendida, Itínere, engloba las concesionarias de carretereras de Sacyr y controla las concesiones de cinco autopistas y autovías en la comunidad. Las vías en manos de Sacyr son la Autopista del Atlántico (AP-9, a través de Audasa); la AG-55, que une A Coruña y Carballo: la AG-57, que conecta Puxeiros (Vigo) y O Val Miñor (ambas de peaje, a través de Autoestradas de Galicia); la AP-53, que enlaza Santiago y el Alto de Santo Domingo (de peaje); también construía y gestionará la Autovía del Barbanza, que será finalmente de peaje encubierto.