Sr. Director:
Me voy a permitir resultar un poco pedante para empezar esta carta semanal.
Leí, un día de estos, en el periódico “El País”, un artículo titulado “México, “estado fallido”” de Sergio Aguayo Quezada, profesor del Centro de Estudios Internacionales de El Colegio de México, y, después de ver el partido del domingo en Balaídos y repasando los acontecimientos que vivió el Celta desde que Carlos Mouriño accedió a la Presidencia, se me vino a la memoria el citado artículo ya que si México es un “estado fallido”, no hay duda que Balaídos es un “estadio fallido” y el Celta un “estado fallido”
Y lo es porque, cuando ya parecía que el equipo tocaba los puestos de ascenso, se viene todo abajo, dando muestras de tener el encefalograma plano tanto el entrenador como los jugadores. Es una lástima.
Parece ser que el Presidente, Carlos Mouriño, no asistió al partido porque se encuentra en México buscando, puede suponerse, la solución, como dirigente del partido en el Gobierno, a lo que el articulista mexicano llama “México, estado fallido”.
No obstante, en Vigo quedó, al mando de todo, como no podía ser menos, “La Maestra”, persona que influye, de manera determinante, en el Presidente Carlos Mouriño, al igual que el personaje que denominan con el mismo nombre en México y que nombra el profesor Sergio Aguayo en su artículo.
“La Maestra” de México cuyo nombre es Elba Esther, mediatiza al Presidente Calderón en todas las decisiones y así le va, al parecer, a México.
“La Maestra” del Celta cuyo nombre es Marian Mouriño, mediatiza al Presidente Mouriño y así le va, por desgracia, al Celta.
Director, no se pueden leer periódicos “rojos” porque sino uno se vuelve malo y no se puede ser tan malo con el Presidente y “la Maestra” del Celta ya que, ambos, cumplieron, con mucho sacrificio, todo lo que prometieron y más y, encima, a los pobres, los engañaron. Lo de pobres, es un “decir”.
Director, no se por qué no nos acordamos de todos los proyectos que Mouriño tenía para el Celta y que presentó en público. El que no se hayan cumplido ninguno de ellos, no tiene importancia. Siempre hay otro que tiene la culpa de ello.
Director, repito, no se puede ser mal pensado. Mouriño y La Maestra lo intentaron todo. Lo que pasó, según dicen ellos, es que se les engañó y eso no puede ser. Personas que trabajaron, hasta la extenuación, no pueden ser criticadas. Todo han de ser alabanzas.
Por eso existe el hombre benigno que desde su torre lanza loas y parabienes al sumo hacedor del Celta. Hay que ser benigno desde la torre. Amén.
Por lo mismo, el vicepresidente Posada, conocido como el “florista” porque, al parecer, continuamente lanza flores y alabanzas al Presidente, sólo tiene palabras de reconocimiento y agradecimiento. Parece ser que el otro vicepresidente, Barros, ya no es igual. Como dicen los chavales, alguna “rajadita”, en sus círculos de amistades, suelta. El hombre quería ser vicepresidente él solo. No sabe o no quiere saber que lo salvaron las acciones que tiene su familia, en el Celta, que sino se iba a la calle. Y eso aunque aparcan juntos en Nigrán y en otros lugares.
Director, releí esta carta y tengo que concluir que si uno lee periódicos “rojos” se hace malo y eso no puede ser.
Le prometo cambiar.
Saludos cordiales.
Manuel Galocha 9-2-2009
Me voy a permitir resultar un poco pedante para empezar esta carta semanal.
Leí, un día de estos, en el periódico “El País”, un artículo titulado “México, “estado fallido”” de Sergio Aguayo Quezada, profesor del Centro de Estudios Internacionales de El Colegio de México, y, después de ver el partido del domingo en Balaídos y repasando los acontecimientos que vivió el Celta desde que Carlos Mouriño accedió a la Presidencia, se me vino a la memoria el citado artículo ya que si México es un “estado fallido”, no hay duda que Balaídos es un “estadio fallido” y el Celta un “estado fallido”
Y lo es porque, cuando ya parecía que el equipo tocaba los puestos de ascenso, se viene todo abajo, dando muestras de tener el encefalograma plano tanto el entrenador como los jugadores. Es una lástima.
Parece ser que el Presidente, Carlos Mouriño, no asistió al partido porque se encuentra en México buscando, puede suponerse, la solución, como dirigente del partido en el Gobierno, a lo que el articulista mexicano llama “México, estado fallido”.
No obstante, en Vigo quedó, al mando de todo, como no podía ser menos, “La Maestra”, persona que influye, de manera determinante, en el Presidente Carlos Mouriño, al igual que el personaje que denominan con el mismo nombre en México y que nombra el profesor Sergio Aguayo en su artículo.
“La Maestra” de México cuyo nombre es Elba Esther, mediatiza al Presidente Calderón en todas las decisiones y así le va, al parecer, a México.
“La Maestra” del Celta cuyo nombre es Marian Mouriño, mediatiza al Presidente Mouriño y así le va, por desgracia, al Celta.
Director, no se pueden leer periódicos “rojos” porque sino uno se vuelve malo y no se puede ser tan malo con el Presidente y “la Maestra” del Celta ya que, ambos, cumplieron, con mucho sacrificio, todo lo que prometieron y más y, encima, a los pobres, los engañaron. Lo de pobres, es un “decir”.
Director, no se por qué no nos acordamos de todos los proyectos que Mouriño tenía para el Celta y que presentó en público. El que no se hayan cumplido ninguno de ellos, no tiene importancia. Siempre hay otro que tiene la culpa de ello.
Director, repito, no se puede ser mal pensado. Mouriño y La Maestra lo intentaron todo. Lo que pasó, según dicen ellos, es que se les engañó y eso no puede ser. Personas que trabajaron, hasta la extenuación, no pueden ser criticadas. Todo han de ser alabanzas.
Por eso existe el hombre benigno que desde su torre lanza loas y parabienes al sumo hacedor del Celta. Hay que ser benigno desde la torre. Amén.
Por lo mismo, el vicepresidente Posada, conocido como el “florista” porque, al parecer, continuamente lanza flores y alabanzas al Presidente, sólo tiene palabras de reconocimiento y agradecimiento. Parece ser que el otro vicepresidente, Barros, ya no es igual. Como dicen los chavales, alguna “rajadita”, en sus círculos de amistades, suelta. El hombre quería ser vicepresidente él solo. No sabe o no quiere saber que lo salvaron las acciones que tiene su familia, en el Celta, que sino se iba a la calle. Y eso aunque aparcan juntos en Nigrán y en otros lugares.
Director, releí esta carta y tengo que concluir que si uno lee periódicos “rojos” se hace malo y eso no puede ser.
Le prometo cambiar.
Saludos cordiales.
Manuel Galocha 9-2-2009