22 enero 2009

La Carta del Director : ¡si Jesús
de Polanco levantara la cabeza...!

Leí anoche -en más de un lugar- que PRISA está dando vueltas a la posibilidad de vender la SER para así poder hacer frente a la calamitosa situación económica que, al parecer, tanto agobia a Cebrián y sus allegados. El solo hecho de leer eso, lo de una hipotética venta de la Cadena SER, me produjo abatimiento y tristeza. Tanta como en su día me produjo saber que Fontán vendía la SER a Polanco. De ser un gran templo del Periodismo radiofónico, la SER, en los últimos años, pasó a ser un abanderado de determinada tendencia política y hasta ariete contra las tesis políticas contrarias. En consonancia, otros como la COPE, pasaron a jugar a lo mismo (desde el otro bando, claro está). Y así, la Radio ha ido perdiendo muchas de las virtudes que atesoraba, más cercanas a la independencia y, ahora, tan lejanas a ella. Una pena que la SER vuelva a cambiar de manos. Tenía la esperanza de que se regenerase algún día no muy lejano desde si misma. Y a fé que profesionales de sobra tiene dentro para ello. Tal vez este sería el mejor camino. El otro, si por la venta pasase a otras manos, con las consecuencias de manipulación desde la nueva propiedad que puedan surgir, es por incierto y quien sabe si tenebroso, un camino a temer. En todo caso, que una empresa tan rentable como la SER, tenga que pagar el pato, ser el chivo expiatorio de las veleidades y sueños de grandeza de los Cebrianes y herederos de Polanco -que han llevado al Grupo a la situación delicada a la que lo han llevado...- no deja de ser triste, muy triste, y hasta muy indignante para quienes muy modestamente dedicamos algunos años de nuestra vida a intentar que la SER fuese más grande. Lo que si tenemos claro, muy claro, quienes como este modesto periodista tuvimos la suerte de cruzar más de un escrito -con respuesta enriquecedora- con Jesús de Polanco, es que con este gran hombre vivo y en plenitud, hoy no estaría pasando lo que está sucediendo con y en PRISA. Así es si así os parece...
EUGENIO EIROA