07 octubre 2009

¿Un brote verde
de Oposición en el Celta?




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¡Enseñando la oreja...!

Sr. Director:

La celebración Junta General Extraordinaria del Celta y sus consecuencias fueron los temas que coparon casi la totalidad de la tertulia. De los tertulianos, habían asistido dos de ellos y dieron su crónica, coincidieron en calificarla de triste, desangelada y sin pulso.

Uno de los asistentes dice que tuvo un sueño, más bien una pesadilla nocturna, después de asistir a la Junta del Celta.
El dice que ya no sabe si lo soñó o sintió como si lo padeciera alguna vez, pero, el caso es que el vió cómo un hombre, más bien entrado en carnes, convocaba a la población que tiene muerta de hambre y la reunía para tomas decisiones sobre el funcionamiento de la sociedad que sólo él, el cacique, dominaba. La población estaba muerta de hambre y el cacique es el que decidía si les daba de comer. Ante esta situación, a la población no le quedaba más remedio que aplaudir al cacique y cantar sus alabanzas.
Ocurrió que alguna persona de la población osó llevarle la contraria al cacique, y, entonces, se encontró con la contestación airada del que manda, el cacique, apoyado por los beneficiados de las migajas que reparte como quiere y a quien quiere.
Al día siguiente, los voceros oficiales arroparon, con sus comentarios y crónicas, lo bueno, lo magnánimo, lo desprendido, lo excelente, lo importante, etc. que era el cacique.
Director, en la tertulia hay ciudadanos que sueñan cosas muy raras pero que, vaya usted a saber si, por desgracia o casualidad, son verdad.
Pero volviendo a la celebración de la Junta General del Celta, el economista tertuliano analizó las consecuencias de la misma, siendo la más importante que un grupo de personas, entre las que están los abogados Pablo Viana y Pablo Estévez, así como los exjugadores Placente, Contreras, Baiano, Fernando Sales y algún otro, lideran un grupo que convirtieron la deuda que mantiene el Celta con ellos en acciones, acogiéndose la Convenio de acreedores que da solución al concurso del Celta. Tal actuación hace que, en estos momentos, sean los segundos accionistas del Celta por detrás de la familia del político mejicano y empresario Carlos Mouriño.
Por lo que cuenta el economista, la operación la llevaron con precaución y la presentaron, a última hora, ya que, aunque Mouriño no les daba mucha credibilidad, movió a alguno de su peones circunstanciales, léase Director General, para hacer ver a los promotores de la operación que no les iba a servir para nada.
Y, según el economista, cuando se concretó la operación, Mouriño enseñó la oreja.
Todo lo que viene Mouriño diciendo en el sentido de que él quiere que lleguen personas nuevas al Celta, que él está abierto a todas las opiniones, que él siempre es muy claro, que él …que él..., se demuestra que es una puesta en escena propia de la política que practica en Méjico.
En cuanto se supo de la operación del grupo de accionistas, la familia Mouriño, al más puro estilo mejicano, puso a funcionar a sus voceros oficiales y así se pudo leer y escuchar, al día siguiente, afirmaciones tales como que “Mouriño, con una hábil maniobra borrará casi todo rastro de oposición”, “desde Plaza España se manda un mensaje de tranquilidad, Mouriño capitalizará su deuda y mantendrá el dominio accionarial”, “desde el Celta se descarta, de forma tajante, que este grupo de acreedores pueda tener un consejero”.
Todas estas lindezas se pudieron ver y escuchar de los llamados voceros oficiales de la familia Mouriño. Uno, ya no sabe si está en Méjico o en España.
Una vez más, Mouriño monta la escena y nos obsequia con acciones que, en nada, tiene que ver con lo que él dice que piensa y va hacer. El quiere dar la imagen de hombre sacrificado, desprendido, valiente, pero, a la hora de la verdad, nada de lo que dice se cumple. En el momento que alguien se mueve y le puede hacer sombra, manda a sus colaboradores circunstanciales para que lleven a cabo las actuaciones pertinentes que arrasen cualquier posibilidad de otras ideas. Por eso, uno de los voceros dijo aquello de que “Mouriño borrará todo rastro de oposición”.
Menos mal que Geli Mouriño anda diciendo que ella luchó por la Democracia. Ya nos gustaría saber a qué democracia se refiere la patrona de la familia Mouriño..
Director, sólo se me ocurre, ahora, decir aquello de “porca miseria”.
Pues sí, Director, permíteme, además, una licencia y por eso digo: “¡"valiente" sociedad que encumbra a personajes como estos!”.
Saludos.
Manuel Galocha. 5-10-2009