Estimado Director:
Recuerdo que hace tiempo, en los periódicos y emisoras de radio, había un espacio que se titulaba “ecos de sociedad” y en él se reseñaban las bodas, nacimientos y bautizos de las familias ilustres que no ilustradas, de la localidad. Así, por ejemplo, se decía: “la lindísima hija de los Morillos Terrosos dió a luz a una hermosísima niña fruto del matrimonio con el afamado empresario D. Miguel Bragueteiro de los Nigreros”.
Pues bien, los ecos de sociedad correspondiente al partido entre el Celta y el Tenerife se podrían empezar a relatar por algunos, diciendo que “por motivos personales e inaplazables, el partido entre el Celta y el Tenerife no pudo ser presidido por el importante y acaudalado empresario Don Antonio Carlos Mouriño Atanes, a la sazón Presidente del Celta, lo cual produjo un efecto benéfico para el conjunto olívico pues, al fín, consiguió la victoria.”
¡Lo que son las malas y viperinas lenguas, Sr. Director!.
Los hay que lanzan a los cuatro vientos que Don A. Carlos es gafe y que cada vez que va al palco se “escoña” todo, ya que pierde el Celta. Y para rematar alguno dice que si lo acompaña el supremo hacedor de la ciudad, entonces el desastre es total. ¿Será verdad, Sr. Director?.
Siguen contando esas malas lenguas que cuando le comentan esto al sustituto de D. A. Carlos, es decir a D. Ricardo Barros, éste se ríe picaronamente y según dicen por algún sitio, hasta le gusta.
Lo que, al parecer, no le gustó demasiado a D. Ricardo Barros, es el ascenso del Consejero D. Pedro Posada a Vicepresidente.
Ricardo Barros estaba más tranquilo y relajado como único vicepresidente. Y más preocupado está D. Ricardo Barros, después de leer las declaraciones de D. Pedro Posada en las que rendía pleitesía y reverencias a D. A. Carlos Mouriño.
Para D. Pedro Posada el único, el mejor, el insuperable, el óptimo, el excelente, el sin par y no se cuantas cosas más, es D. A. Carlos Mouriño Atanes.
Cuentan, parece ser, que el bueno de D. Pedro Posada va a flagelarse por no haber conocido antes a D. A. Carlos Mouriño.
Y que quede claro que D. Pedro Posada se dedica a fabricar pilotes no a hacer la pelota, aunque parezca mentira. Pero las cosas son como son . Por cierto, me comentan, ¿será verdad, Sr. Director?, que en México también se fabrican pilotes. Mira tú, hay casualidades en la vida.
La gente comenta y no para; son así Sr. Director, que Doña Carmen Avendaño no pierde acontecimiento del Celta y eso que anduvo muy nerviosa cuando D. A. Carlos Mouriño hizo efectiva, a los dos años de mandato, la renuncia de todos los Consejeros. Ella quería seguir pues dice que lo del fútbol siempre le gustó, desde pequeña, no teniendo importancia el que preguntara, la primera vez que fue a Balaídos, siendo Consejera, qué equipo era el Celta. Un despiste lo puede tener cualquiera. Además las cosas cambian mucho con el paso del tiempo. Ella supo vender sus influencias en las altas esferas políticas de la ciudad y por ello D. A. Carlos Mouriño la premió con la continuidad como Consejera.
Sr. Director, estos son los breves ecos de sociedad del imperio Celta.
Saludos.
MANUEL GALOCHA 29-9-2008