17 septiembre 2008

Mala imagen del aeropuerto del Sur de Galicia




VIGO/PONTEVEDRA (Xavier BOSCH / MORRAZO-tribuna) .- La mala imagen que -por obras y por falta de cuidar los detalles- ofrece actualmente el aeropuerto del Sur de Galicia, no preocupa a las llamadas fuerzas vivas, pero sí a quienes desde hace muchos años peleamos por tener allí, en Peinador, una instalación modélica.
Hoy, Peinador está sumido en las obras de construcción -por fin- de un aparcamiento gigante, lo que hace que se haya dispuesto uno provisional con una especie de estructura tipo mecano y con unas dependencias interiores -por muy provisionales que sean- propias de un país poco desarrollado. La verdad es que aquello deja mucho que desear, esta es la verdad...
Ya en el interior del edificio terminal, las cosas no están mucho mejor. Un vallado interno grande, sin que nadie explique qué hacen allí dentro los obreros... ocupa buena parte del espacio más delicado, el pasillo hacia el área de salidas y controles de pasajeros.
Es un aeropuerto en obras, donde las explicaciones diáfanas están ausentes, tal vez por el ridículo que hicieron años atrás durante meses y meses, poniendo mapas del pomposo "plan director" y pasando el tiempo sin que se ejecutase nada o casi nada.
Ahora, se sabe que están haciendo obras, pero más por los atrancos e incomodidades que se soportan que por otra cosa.
Una terminal, donde al margen ya de los ridículos mini-paneles que avisan de las llegadas y salidas, aparecen ahora letreros que denotan abandono, campando por sus respetos. Pasquines semiarrancados adosados con celo a las columnas, letreros de "no dejen los periódicos aquí, llevenlos allá", avisos casi eternos de "no funciona" y... hasta máquinas -las antiguas del pago del aparcamiento- en las que no costaba nada poner que están fuera de servicio y evitar que los viajeros vayan allí a forcejear una y otra vez porque no saben si funcionan o no... En fin, una sensación de desorden, de casa de tócame roque que, desde luego, en épocas de aquel brillante director llamado Onís Ocaña, jamás se habría producido...
Hoy, Peinador es lo que es, consentido por las fuerzas vivas que no protestan y tolerado por quienes pudiendo poner orden y concierto no lo están poniendo.- Fotos de Emilio Franco