PONTEVEDRA (LUIS ARTIME /MORRAZO-tribuna).- A Rafa Sáez le han creado unos cuantos -e incluso algún que otro periodista- un clima irrespirable desde que el balón echó a andar en la nueva temporada granate. E incluso antes. No le dieron ni cinco minutos...
El otro día, cuando el Pontevedra se enfrentaba en Pasarón a la Real Sociedad, a las puertas del estadio, unos repartidores entregaban un panfleto en cuya portada se afirmaba que esta temporada el rendimiento del equipo iba a ser un desastre. Así, los pocos espectadores que acudieron al match, ya entraban calientes antes de...
Durante el partido, la mayor parte de la grada apostó por la sensatez. La menor parte -pero aún eran unos cuantos y ruidosos- por la bronca continuada desde el primer minuto. Oir barbaridades sobre el entrenador, poner de burros para arriba a varios jugadores fue dinámica de este grupo de reventadores durante el partido. El contagio era tan grande que hasta un voluntario de esos que usan peto amarillo, de acento argentino, se dedicaba al sonoro insulto a quienes vestían de granate.
Es triste que a un entrenador de casa, de la misma ciudad, se le niegue el pan y la sal sin darle siquiera margen alguno. Y es triste, por ende, que haya esta bronca, este clima irrespirable en torno a un equipo que, si se le dejase trabajar, acabaría por salir adelante -lesiones graves aparte- aunque fuese a base de esfuerzo pleno. Pero nos da la impresión de que hay oscuros intereses en torno al Pontevedra para intentar por todos los medios que esto no vaya bien... Y la impaciencia devora a los reventadores que, si por ellos fuese, ya habrían cesado al entrenador. ¡Como si los problemas estuviesen en el banquillo!. ¡Partida de ignorantes! .- Imagen del Pontevedra-R.Sociedad B corresponde a una foto de Emilio Franco
