15 septiembre 2009

Revista de Prensa : la muerte de Eiroa Hermo en "Faro de Vigo", este domingo

Óbito

El hombre que superó a Castelao

Fallece Eugenio Eiroa, el incansable historiador de Cangas


Cangas perdió ayer parte de su memoria histórica con el fallecimiento del cronista Eugenio Eiroa Hermo, antiguo corresponsal de FARO DE VIGO e investigador del pasado de la villa. El sepelio tendrá lugar mañana lunes, a las siete de la tarde, en la ex colegiata de Cangas.

NOELIA MOLANES - CANGAS Escudriñó la historia de Cangas y estudió su pasado hasta convertirse en uno de los principales guardianes de la memoria de la localidad. Pero, sobre todo, Eugenio Eiroa ha sido el principal valedor de Ignacio Cerviño, el escultor que creó el Cruceiro do Hío. Su tenacidad en la investigación de esta construcción fue tal que llegó a superar el estudio realizado por Castelao en As cruces de pedra na Galiza, el libro que atribuía a José Cerviño, conocido como "Pepe da Pena", la autoría del cruceiro.
Sin embargo, éste sólo fue un ejemplo más de su tesón en la recuperación de las raíces canguesas. "Fixo moito polo patrimonio do pobo", explica el concejal de Cultura, Xosé Manuel Pazos, quien no duda en definir a Eiroa como "unha fonte inagotable de documentación para os historiadores locais". Algo que corrobora Xosé Chillón, de la Asociación Memoria Histórica 28 de Agosto: "É a memoria enciclopédica do século XX", comenta.
Eugenio Eiroa fue funcionario municipal y un hombre generoso, que dejaba la puerta abierta a todo el que quisiese rastrear su archivo histórico, del que dicen, ocupa al menos dos habitaciones de su casa. "Todos os cangueses estamos narrados ó longo da historia no seu arquivo", señala Camilo Camaño. "A Cepa perde a un estudioso e, ante todo, un gardador de cousas", lamenta Fernando Cuñarro, miembro de este colectivo.
La alcaldesa de Cangas, Clara Millán, se sumó al pesar general por la pérdida de Eiroa. "Foi un home que traballou para recuperar e dar a coñecer a historia da vila" y destacó que en el plano personal era "amable, cortés e todo un cabaleiro".
Sus sueños estaban pintados de añejo y por eso, Pazos recuerda que habría que "recoller a súa antorcha e a medio prazo crear ese museo local que el tanto reivindicou", comenta el concejal de Cultura. Tras su sepelio, mañana a las siete de la tarde, quedará todavía el legado y la pegada de Eugenio Eiroa, que permanecerá latente en todos los rincones de Cangas en los que existan ecos de una historia ya pasada.